Esta receta que adjunto hoy al blog, la encontré un día buscando por internet, y lo que he hecho ha sido ir modificandola hasta que he dado con la receta perfecta, por lo menos para mi gusto y para todos aquellos que la prueban.
El que sean rosquilletas o galletas, sólo depende de la forma que se le da a la masa antes de meterla al horno.
Vamos allá, espero que os salgan, y podáis disfrutar de ellas.
INGREDIENTES
100ml de aceite de oliva suave
150ml de vino blanco
350gr de harina de fuerza
25gr de levadura fresca prensada (yo uso la que venden en Mercadona, suele estar con los yogures y postres, vienen en paquetitos de dos tacos de 25gr cada uno).
Sal y sal gorda
100gr de pipas peladas y tostadas, se le puede añadir cacahuetes, pero salen mejor con pipas, y puestos a dar detalles las de Carrefour mejor que las de Mercadona.
Una cucharada de postre de orégano.
ELABORACIÓN
En un bol, ponemos la harina que pasaremos por un colador o tamizador para quitarle los grumos. Añadimos sal normal, un par de cucharadas de postre (esto habrá que ir ajustando al gusto a base de hacerlas). Le añadimos el orégano, que lo desharemos con los dedos. Luego las pipas y lo mezclamos bien.
Por otro lado, deshacemos la levadura con el vino (yo meto el vino entre 30segundos y un minuto en el microondas, deshago la levadura y remuevo bien hasta que está bien diluida.
El siguiente paso es añadirle a la mezcla de la harina, la levadura con el vino y el aceite. Lo mezclamos bien en el bol con las manos, hasta que esté todo bien mezclado y tapamos con papel transparente de plástico.
Ponemos a calentar el horno a 170º y mientras dejamos reposar la masa.
Cuando el horno este listo, ponemos harina en la superficie de trabajo y amasamos la masa. Sacamos un poco de masa, (esto lo ireis acertando a base de hacerlas) y la ponemos sobre una hoja de papel de hornear, estiramos con un rodillo, sin que llegue al medio centímetro de grosor. Una vez esté extendida las partimos como queramos, yo suelo cortar la pasta a lo ancho por la mitad y luego a lo largo como unos dos dedos de ancho (en este caso para rosquilletas, si son galletas, se harían las particiones diferentes o se cortarían las rosquilletas unas vez hechas).
Muy importante, antes de meterlas en el horno, espolvorear con sal gorda.
Las metemos en el horno hasta que veáis que empieza a dorarse la masa. Luego dejarlas enfriar en una rejilla. Os aconsejo que hagáis varias tandas, no metáis dos bandejas porque no se hacen todas igual.
No desespereis, no es difícil de hacer, pero evidentemente no salen perfectas a la primera.
Como mejor están es si quedan crujientes y esto se consigue haciendolas a la temperatura indicada y con la función de horno sin aire, sólo arriba y abajo.
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